Muchos propietarios de vehículos con transmisiones automáticas son reacios a cambiar el aceite de la caja de cambios, ya que los fabricantes no lo incluyen en las revisiones estándar, aunque tampoco lo desaconsejan. El aceite en estas transmisiones es esencial para su correcto funcionamiento, ya que lubrica componentes críticos como el convertidor de par, los embragues, los engranajes planetarios y las juntas. Sin mantenimiento, estos elementos se desgastan, lo que puede llevar a fallos graves y costosos, como pérdida de presión y desgaste de discos de fricción.
El aceite ATF es una mezcla compleja con aditivos que protegen contra la corrosión, el desgaste y la oxidación. Cuando el aceite se degrada, pierde sus propiedades protectoras, lo que acelera el daño a la transmisión. Esto es especialmente importante en el convertidor de par, los embragues y frenos, que generan altas temperaturas que afectan al aceite, y en los engranajes planetarios, que sufren desgaste por falta de lubricación adecuada.
El cambio de aceite elimina impurezas y partículas que deterioran los mecanismos internos de la transmisión, lo que mejora su rendimiento y extiende su vida útil, especialmente en las transmisiones CVT. En resumen, el mantenimiento regular y el cambio de aceite son cruciales para garantizar el buen funcionamiento y alargar la vida de la caja de cambios automática, aunque la decisión final dependa del propietario del vehículo.
Fuente: https://www.castrol.com/es_es/spain/home.html
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